La conquista del espacio y la conquista del plancton, del mundo estelar y el microbiano y tal vez más: la conquista del propio mundo subjetivo expresivo, se constituye hoy en argumento de asombrosa objetividad, dentro de la más radical concepción de la pintura moderna: la no figurativa.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados