El hombre en sí mismo es la nada de la naturaleza, el nexo en donde ésta se quiebra y se cierra. El hombre aparece como el signo negativo, como la razón suya de ser antitética; de plantearse como la tesis en donde él aparece entre lo amplio de su ser. En el hombre ella se recrea y muestra su infinita capacidad de ser; de realizarse y especificarse a través del acto negativo.
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