Visitar una biblioteca de aquellas que no son conocidas sino de unos pocos allegados de su dueño y hacerlo en circunstancias que hagan fácil renovar el regusto de los libros raros, es cosa que engolosina de verdad aún a los no bibliófilos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados