De dos maneras suele escribirse la historia: la titulada "grande historia", que pronuncia la ardua sentencia sobre loshechos del pasado; que ha tenido exponentes altísimos, como los Michelet, en Francia; César Cantú y Guillermo Ferrero, en Italia; Arnold Toynbee, en Inglaterra. Y la que los franceses han llamado la "petite histoire", que comenta la vida privada y las anécdotas del personaje para demostrat cómo cosas, triviales en apariencia, tienen, sin embargo, consecuentcias extraordinarias, que hasta pueden torcer el curso de la historia.
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