A Hank Moody, al igual otros muchos escritores, no le gusta la idea de ver en el cine versiones simplificadas y edulcoradas de sus novelas más queridas. Si encima la pareja que interpreta el film no es otra que Tom y Katie, poco puede quedar de sus corrosivos personajes. La separación de la mujer con la que ha tenido una más que espabilada hija, el blog que le encargan escribir o un representante con sus propios líos de faldas dejan de ser problemas cuando descubre que aquella violenta chica que ligó con él noches antes aún no ha cumplido los 18.
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