Podemos distinguir dos grandes grupos dentro de los síndromes verticales, la mordida abierta y la sobremordida o síndrome de cara corta. Ambas entidades nosológicas son completamente diferentes y, en muchas de sus características, absolutamente analógicas. En el caso de las mordidas abiertas, es primordial establecer un diagnóstico diferencias entre la etiología puramente dentaria y aquella que añade un substrato óseo. En cada caso, el pronóstico y el tratamiento es completamente distinto. En la sobremordida, esta diferenciación diagnóstica también es primordial, aunque en este caso, es básico conocer todos los mecanismos ortodóncicos de intrusión dentaria y debemos identificar donde podemos realizar con éxito esta intrusión con el menor riesgo de recidiva.
Para lograr estos objetivos debemos aplicar el sistema cefalométricovertical (ACV-ALIÓ).
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