Introducción. El ictus es una de las principales causas de discapacidad en la población adulta. El desarrollo de síntomas depresivos es la complicación afectiva más frecuente. Hasta ahora, en la mayoría de los estudios sobre depresión postictus se ha excluido a los pacientes que han sufrido un ictus minor o un ataque isquémico transitorio (AIT), si bien es un subgrupo igualmente vulnerable a esta enfermedad. Objetivo. Revisar los estudios publicados de depresión postictus para dilucidar los aspectos que ya se han demostrado ampliamente y los que necesitan mayor evidencia. Desarrollo. La depresión postictus es frecuente tanto en los pacientes con ictus establecido como en los pacientes con ictus minor o AIT. Aunque existen discrepancias en la definición utilizada, aproximadamente uno de cada tres pacientes desarrollará esta complicación. Se han identificado factores de riesgo de depresión postictus con un amplio respaldo científico (sexo femenino, antecedentes de depresión u otros trastornos psiquiátricos, gravedad del ictus y afectación funcional) y otros sin él (calidad de vida, deterioro cognitivo y biomarcadores de neuroimagen). Las principales limitaciones metodológicas halladas son la confusión entre depresión postictus y sintomatología depresiva, la variabilidad en las escalas de evaluación usadas y la variabilidad en el momento temporal de la evaluación del estado de ánimo. Hasta ahora son muy pocos los estudios en el ictus minor o el AIT. Conclusiones. Se necesitan nuevos estudios con mejor diseño que ayuden a establecer el riesgo de depresión postictus a diferentes tiempos tras el ictus, el ictus minor o el AIT, y establecer la importancia de los factores descritos previamente.
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