Al viejo sindicato de Marcelino Camacho no lo reconocería ni su padre. Tanto ha cambiado su estilo, que Antonio Gutiérrez, al llegar la hora final de sus mandatos, ha querido designar sucesor como si de una monarquía hereditaria se tratara
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados