En este artículo defiendo al naturalismo ético de los argumentos que G. E. Moore presenta en su Principia Ethica. Utilizo la distinción fregeana entre sentido y referencia para argumentar que el naturalismo ético no necesariamente comete la llamada falacia naturalista. Sobre el argumento de la pregunta abierta sostengo que lo más que podría mostrar es que �bueno� y cualquier definición que se dé de este concepto no son sinónimos, mas no demuestra la imposibilidad de definir �bueno�. Por último señalo que si �bueno� no fuera un objeto natural se entraría en contradicción con la tesis de la clausura causal, causando graves problemas ontológicos y epistemológicos. Concluyo que los argumentos de Moore no afectan al naturalismo ético.
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