Un criterio para la elección del material de un vehículo: modelo econométrico

• Carlos Ferrer Giménez ^[1]
  1. [1] Macosa
• Localización: Revista A.I.T., ISSN 0378-3294, Nº. 54, 1983, págs. 36-49
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Economic model to determine the rentability of a transport vehicle
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• Resumen

  • La dificultad de encontrar criterios objetivos para la selección de un determinado bien, en función del servicio que debe prestar, ha generado la construcción de distintos modelos matemáticos que permiten aproximar, de una forma más o menos acertada, a la elección óptima.

    En el caso del transporte, esta selección ha presentado siempre mayores dificultades, no sólo en la elección de los vehículos más adecuados a las características del servicio a realizar, que será el objeto de este artículo, sino incluso del medio de transporte que debe realizarlo. Normalmente, se emplean, en estos modelos matemáticos, conceptos de rentabilidad, pero en multitud de ocasiones, la propia simplicidad del modelo no encaja con un sector, como el del transporte, en el cual aparecen conceptos de tipo subjetivo y en el que, además, no son siempre los criterios de rentabilidad los que más preocupan a las empresas –a menudo la Administración Pública- sino los de calidad del servicio entendido de una u otra forma.

    Este artículo se podría decir que rompe el fuego en este campo de la construcción de modelos matemáticos adecuados a la estructura del transporte y sienta las bases para futuros perfeccionamientos dentro de este campo.

    La importancia del tema es grande, puesto que la construcción de un modelo suficientemente adecuado a las estructuras de coste dentro de un determinado ámbito, supondría el despejar la incógnita con que se encuentra el proyectista y la administración de transportes, ya que la elección de una u otras soluciones quedaría reducida a la observación del modelo creado, y para un período de tiempo, que puede ser más o menos largo, en el que continúe la validez de las hipótesis hechas en la construcción del modelo. Quizá, pues, sea eso lo más importante; una vez realizado el trabajo, quizá arduo y complicado, de construir un modelo fiable, éste podrá ser utilizado en gran número de veces consiguiéndose, de este modo, un ahorro global de tiempo y esfuerzo.