Resumen de La sujeción elástica Nabla
La sujeción elástica NABLA no es sino una evolución de la sujeción RN impuesta por el continuo aumento de las solicitaciones a que se ve sometida la vía férrea: mayores cargas por eje, velocidades en ascenso, etc.
Las investigaciones acometidas de forma conjunta por Ressorts Industrie y la SNCF condujeron a una sujeción de forma trapezoidal que satisface las exigencias de los ferrocarriles modernos. Esta es la sujeción de la que se trata en este artículo.
Los elementos que la componen son: un único tirafondos –o un bulón en el caso de traviesas de hormigón o metálicas- y una lámina de acero de muelles. Estos dos elementos aseguran la fijación del carril a la traviesa vertical como lateralmente.
Gracias a su diseño de doble curvatura se consiguen unos esfuerzos de apriete sobre el patín del carril del orden de los 10 kN por sujeción, es decir que para un carril fijado por dos sujeciones NABLA se obtiene un esfuerzo total de unos 20 kN, lo que hace innecesario el empleo de cualquier otro dispositivo complementario para evitar el desplazamiento del mismo.
Esta sujeción hace uso de la facilidad de las sujeciones atornilladas para conseguir una regularidad de esfuerzo de apriete sobre el carril mediante el uso de máquinas clavadoras con regulador de par, lo que unido a que el esfuerzo de apriete sobre la lámina se aplica en su centro de gravedad proporciona un alto rendimiento de la sujeción.
Como caso muy especial de utilización de la sujeción NABLA, citaremos su empleo en la nueva línea de gran velocidad París-Lyon en la que el TGV circula a una velocidad comercial de 260 km/h.
