La apuesta por la internacionalización de la economía es fundamental para un país como España. Exportación, inversión en el exterior y atracción de inversiones extranjeras son los tres frentes más importantes en los que hay que actuar. El aumento de la exportación amplía la capacidad de crecimiento. La inversión en el exterior es el paso natural que sigue a la exportación, estimulando a ésta en sus partes y componentes. La atracción de capital extranjero impulsa la producción y el empleo así como la mejora de la productividad, mediante el fomento de la competencia en el mercado interior.
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