Respuesta a un artículo publicado en julio de 1929 en la revista de medicina "Monde Medical", en la que el autor difiere de lo afirmado en dicho artículo. Así, sostiene que no aconseja el empleo de la inyección anestésica en los casos de inflamación como síntoma de un estado general de la sangre, ya que es poco eficaz como anestésico y la extracción de los dientes es muy fácil porque, antes que el dentista, la ha hecho ya la invasión de la purulencia infiltrada en el alvéolo. Estos dientes son muy susceptibles: cualquier cosa dura que tropiece con ellos causa más dolor que la propia extracción.
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