Las extracciones no se extinguirán mientras no se disponga de un método de eficacia tangible para la terapéutica del canal radicular; la comprobación radiográfica se ha mostrado ineficaz. Si hemos de adoptar un método comprobatorio de la eliminación de la infección periapical, que haya de ser universalmente valioso, deberá ser previo al relleno del canal radicular. A menos que la esterilidad de los tejidos pueda ser cosa demostrable, el relleno de canales seguirá siendo una intervención empírica, acreedora de las censuras que se la prodigan. Un estudio de los métodos y medios de cultivo ha de ser la base sobre la que se fundamente todo intento de predeterminar el éxito del resultado en terapéutica radicular.
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