Los compuestos arsenicales inyectados a dosis medias producen reacciones y complicaciones locales; a dosis mínimas su acción es nula en el tratamiento de la piorrea, no son más eficaces que las instilaciones. Las inyecciones de vacuna del Dr. Goldenberg, siguiendo exactamente la técnica descrita por nuestro colega el Dr. Libouton, nos parecen bastante eficaces. Los enfermos de las series 2 y 3, sometidos al tratamiento vacunal, mejoraron francamente, en la misma forma que lo habrían hecho los de la serie primera. A pesar de los numerosos ensayos realizados, y de haber cambiado repetidas veces las dosis empleadas, debemos reconocer sincera y lealmente que los compuestos arsenicales no llegaron a satisfacer las esperanzas que nos habíamos forjado. La superioridad de la vacuna Goldenberg es incontestable. Su eficacia no sólo se muestra en la piorrea sino también en diversos procesos supurativos, como fístulas o abscesos. Ensayos realizados en otros terrenos, ajenos a las espirilosis, han arrojado iguales resultados positivos. En nuestra opinión, pues, la vacunoterapia del doctor Goldenberg constituye en la actualidad la mejor medicación contra la piorrea alveolar.
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