Resumen de Estado actual de la vacunoterapia general y local en odontología.
La vacunoterapia general en odontología está indicada en todos los procesos de naturaleza infecciosa que asienten en la cavidad bucal. Su técnica es sencilla y la vía de introducción más corriente es la subcutánea. Se emplean corrientemente las vacunas polimicrobianas y polivalentes y las auto-vacunas, aunque éstas con menos frecuencia. La vacunoterapia general constituye un buen coadyuvante del tratamiento de los trastornos de erupción dentaria, alveolitis, osteomielitis, flemones de origen dentario y accidentes post-operatorios. Su eficacia en la piorrea no es aceptada actualmente por la casi totalidad de los autores. La aplicación de las vacunas usuales, por vía general, no es peligrosa; las reacciones generales, locales y focales, son de poca consideración. En el terreno de la seroterapia, en odontología, nada se ha hecho digno de mención. Por otra parte, respecto a la vacunoterapia local, la función de la inmunidad local en la defensa contra gran número de enfermedades es innegable, pero mientras para unos es primordial, para otros sólo es secundaria. Un tercer grupo de autores contempla el problema con un criterio ecléctico, adjudicando igual valor a la función de los órganos específicos y a la inmunidad general o humoral. De acuerdo a estos nuevos conceptos de la inmunología, para todos los casos el órgano infectado se vuelve el órgano inmunizado, y como este órgano es el único receptivo, su inmunidad implica la del organismo entero. Así como en el carbunco se aceptan una cuti-infección, una cuti-vacunación y una cuti-inmunidad, en la piorrea, como en los demás procesos supurativos de la boca, podría aceptarse la repetición de estos tres estadios: una gíngivo-infección, una gíngivo-vacunación y una gíngivo-inmunidad. La vacuna local concentrada de Goldenberg tiene una amplia aplicación en todas esas entidades mórbidas citadas. Es de eficacia rápida y segura en los abscesos apicales crónicos (agudos, fistulizados, enquistados y granulomatosos), en los abscesos agudos a evolución rápida de la piorrea; en la evolución viciosa del molar del juicio, en los accidentes post-operatorios, etc. La aplicación de estas vacunas no entraña peligros y acarrea, sólo excepcionalmente, trastornos de relativa consideración. La técnica de su aplicación es casi la misma para todos los casos y la encía es la única vía a seguirse. La vacunoterapia local debe asociarse a los demás tratamientos de los distintos procesos infecciosos. Condición previa y fundamental para casi todos los casos, especialmente en la piorrea alveolar. Es éste un nuevo recurso terapéutico de gran valor, no sólo por su eficacia en los diversos procesos estudiados, sino porque quizás con ella se consiga la profilaxia de muchos trastornos de orden general relacionados con la piorrea y las supuraciones bucales crónicas, así como la de aquellos otros cuyo origen es todavía desconocido, y que pudiera estar relacionado con las infecciones localizadas en la boca.
