El Dr. Hall deduce, basándose en las teorías de Bonwill, que el ángulo o inclinación de los planos de las cúspides de los dientes puede elegirlo a su arbitrio protésico; afirma asimismo que el grado de inclinación media de la cúspide del primer bicúspide superior es de unos 45 grados. Disiente de Bonwill, que escoge la mandíbula como base de medición. Por otra parte, el Dr. Monton aconseja estudiar concienzudamente el desarrollo de las unidades masticatorias desde su nacimiento: la mandíbula, el maxilar, el cráneo en general y los dientes. Haciéndolo así podemos encontrar la relación del cóndilo a la fosa glenoidea y su correlación con los dientes desde la niñez, porque más adelante, durante los años de desarrollo, pueden sobrevenir accidentes que perturben el equilibrio normal de la oclusión. Entre otros posibles elementos o causas perturbadoras tenemos la pérdida prematura de los dientes temporales por caries, o su funcionamiento inadecuado a consecuencia de nutrición defectuosa, los malos hábitos (como la succión de los dedos), etc.
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