Steadman afirma que la causa predisponente más común del cáncer es la sepsia bucal. Divide las muertes por cáncer en tres grandes clases: aquella en que el cáncer se desarrolló en el trayecto alimenticio, es decir, en los órganos que forman parte del aparato de la digestión; en los órganos sexuales; y en las restantes partes del organismo. La tercera es la menos numerosa, siendo la más frecuente la primera. Un estudio para precisar el estado séptico que la piorrea jugaba en el desarrollo canceroso concluyó que entre 204 enfermos elegidos, 175 padecían piorrea en estado avanzado; en estado moderado, 30; ligerísimos síntomas, 8; y libre de todo rasgo de piorrea tan sólo 1.
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