Somos de la opinión de que la inmensa mayoría de las infecciones post-operatorias en odontología obedece a una de estas tres causas: al dedo del operado, a la toxicidad del anestésico o al traumatismo. Es preciso ir desechando la manía de atribuir indefectiblemente toda infección a la falta de asepsia en la operación.
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