Ni el más eminente ortodoncista es capaz de predecir, deduciendo solamente del estudio visual de los modelos de un caso de maloclusión, o comparándolos con arcos adaptables a un gran número de casos, la exacta extensión y dirección en que hay que mover cada diente para ser colocados en oclusión. Estos arcos, cuya forma es constante, son de escaso valor en la moderna ortodoncia y hoy poseemos un método introducido por Stanton por el que es posible determinar ocn anterioridad al tratamiento la oclusión de cualquier caso de malposición dentaria.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados