La composición de la saliva es individual en su carácter y refleja el estado del organismo, de su metabolismo, y tiene en este sentido para algunos autores un significado más alto que la sangre y la orina. Se ha considerado la viscosidad de la saliva como un carácter desfavorable, lo que no es del todo cierto; depende de la cantidad de mucina que contiene. Miller atribuía ciertas caries cervicales a la fermentación de la mucina. Las salivas muy alcalinas son débilmente viscosas, y eso depende de que la mucina en estos casos está completamente disuelta.
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