Enfermedades gástricas como la dilatación, rebeldes dispepsias, procesos morbosos intestinales distintos y hasta la misma obesidad son secuela de la ignorancia de la función masticatoria. Dientes sanos que funcionan imperfectamente traducen en fisiopatología los subsiguientes fenómenos digestivos que anormalmente se llevan a cabo. La boca en perfecto estado de integridad, por otra parte, es uno de los medios de cultivo más favorables a la flora bacteriana, es ideal para la vida y desarrollo de los microbios.
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