El caucho puro y el caucho blando vulcanizado son flexibles: en hojas se pueden fácilmente plegar o aplicarse sobre cualquier superficie irregular; son blandos. La vulcanita es dura como el marfil; se puede obtener un producto duro añadiendo el caucho blando, magnesia, cal u otra substancia análoga. El caucho pierde su elasticidad cuando se pone en tensión y se le mantiene en esa posición durante algunos días u horas, o cuando se expone al frío y se endurece. En tales casos se le puede devolver su elasticidad sometiéndolo a un calor moderado. El caucho blando vulcanizado conserva su elasticidad a todas las temperaturas que no destruyan su substancia. La elasticidad de la vulcanita es mayor que la del marfil. El caucho es soluble en el éter, en cloroformo, en sulfuro de carbono, en nafta, en benzol, en aceite de trementina, en aceite de espliego, en aceite de caucho, en aceite de lino, en amoníaco y en los ácidos sulfúrico y nítrico calientes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados