Ante esta anomalía de oclusión, podemos utilizar el aparato clásico consistente en dos anillos ajustados a la corona de los dos incisivos centrales, con dos pernos o enganches en sus caras vestibulares a fin de poder sujetar un aro de goma que ejerza tensión sobre los anillos, haciéndolos unirse por sus caras mesiales. Podemos mejorarlo soldando dos enganches en cada anillo, ambos con extremo libre hacia la cara distal. Uno de ellos se suelda lo más mesialmente posible, y el otro lo más apartado posible distalmente. Con esta disposición podemos emplear un anillo largo, evitamos que gire el diente y podemos aplicar las fuerzas más o menos al borde incisivo o al gingival según queramos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados