El aire comprimido ha venido a llenar una necesidad, habiéndose inventado aparatos que están muy en relación con los progresos de la terapéutica moderna. En operatoria usamos este agente en los atomizadores y en la jeringa de aire caliente continuo. En el laboratorio lo empleamos para el manejo del soplete y también en los hornos a gas destinados a fundir las porcelanas de baja presión de Jenkins.
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