Reconocidos especialistas nacionales en esclerosis múltiple (EM) se han reunido, por octavo año consecutivo, para exponer lo más novedoso que se presentó en la última edición del congreso ECTRIMS 2015 y que recoge esta revisión. En esta edición ha destacado la nueva clasificación de los fenotipos de la EM. También se revisaron los criterios diagnósticos del espectro de la neuromielitis óptica y los problemas en el diagnóstico diferencial derivados de la falta de definición del espectro radiológico. La microbiota adquiere protagonismo como posible factor determinante de la enfermedad, junto con factores extrínsecos como el tabaco, la ingesta de sal o el déficit de vitamina D. Los avances en inmunomodulación impulsan el progreso en el tratamiento de la EM. El ocrelizumab es el primer tratamiento con resultados positivos en las formas primariamente progresivas, y el tocilizumab, un fármaco para la artritis reumatoide, destaca como candidato potencial para el tratamiento de la neuromielitis óptica. Ciertos antibióticos y vitaminas también podrían tener un papel en el tratamiento de la EM. En esta edición se prestó especial atención a la terapia personalizada. Actualmente disponemos de 11 fármacos aprobados en Europa. Se necesitan algoritmos terapéuticos que nos ayuden a elegir el mejor tratamiento para cada paciente. Asimismo, necesitamos poder identificar en los estadios precoces de la enfermedad el riesgo de desarrollar discapacidad, para diseñar estrategias terapéuticas, para lo que se precisan biomarcadores moleculares y otras herramientas pronósticas. Los problemas aún existentes en la tecnología del software en resonancia magnética dificultan su traslación a la práctica clínica diaria.
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