Hay días que dejan una huella imborrable en sus protagonistas. Días que, por la intensidad de lo vivido, quedan grabados en la memoria de quien los sufrió en primera persona. Estas líneas tratan de describir uno de esos días. El personaje escogido es un militar que sirvió en el pasado siglo, con los avatares que ello supuso. Su nombre era Carlos Rute Villanova, militar que al final de su carrera llegó al empleo de teniente general del Ejército del Aire, desempeñando mandos como la jefatura de la Zona Aérea de Canarias y Africa Occidental o la Subsecretaría de Aviación Civil. El día al que hacemos referencia es el 18 de julio de 1936. Ese día la guarnición de Sevilla, a la que pertenecía nuestro protagonista, se sublevó, quedando la ciudad, en gran parte, en poder del General Gonzalo Queipo de Llano.
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