Antoni González Moreno-Navarro
El milenario pueblo de Castellnou de Bages, cabeza de un municipio de quinientos habitantes, diseminados en casas de labor o nuevas urbanizaciones, se encuentra prácticamente deshabitado. El ayuntamiento quiere revitalizarlo, a partir de la potenciación de sus valores históricos y sus espacios públicos. La remodelación del viejo cementerio, contiguo a la plaza, se integra en esta estrategia. Se decidió construir un nuevo camposanto aprovechando las vecinas ruinas de la vieja rectoría, edificio cuyo origen se remonta al siglo X, incendiadas en 1936 y abandonadas desde aquel momento. De esta manera se salvaron los restos, y sus valores documentales y sentimentales han sido transferidos al nuevo equipamiento.
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