El presente trabajo tiene como finalidad dar una muestra de la historia y del impacto que tiene el Museo de Tepexpan. En la década de 1970, la modernidad se introdujo en las áreas científicas, y en los museos se impulsó la interactividad, que representó la punta de lanza museográfica para el nuevo intento de introducir la ciencia en la cultura popular. Años antes, en febrero de 1947, se habían encontrado los restos óseos conocidos como el Hombre de Tepexpan, en los alrededores de la localidad del mismo nombre, en el municipio de Acolman, Estado de México, donde también se hicieron diversos descubrimientos de fauna pleistocénica. El hallazgo del Hombre de Tepexpan tuvo una gran relevancia por tratarse de los restos humanos más antiguos hasta entonces hallados.
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