El target costing o coste objetivo nació en las empresas japonesas del sector automovilístico y electrónico. Hoy en día, cada vez más empresas de diversos sectores lo están introduciendo en sus procesos. Este nuevo sistema apuesta por una mayor orientación hacia el cliente, y las empresas no sólo analizan las necesidades de los clientes, sino también cuánto están dispuestos a pagar los consumidores por sus productos o servicios. Con esta orientación, el proceso se invierte, ya que parte del precio que está dispuesto a pagar el mercado, al que se deduce el margen necesario para la empresa, obteniendo el coste objetivo al que se tiene que elaborar el bien o servicio. En este artículo se analiza el concepto del target costing de forma práctica.
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