Se ha estudiado el empleo de una técnica de inducción a la analgesia-sedación con N2O y O2, en sujetos susceptibles de procedimientos terapéuticos prostodónticos y/o periodontales.
Se ha comprobado que su aplicación facilita las pautas de tratamiento, permitiendo una mejor precisión y resultado, ergonomía del personal sanitario, al mismo tiempo que el paciente experimenta un confort superior.
La disminución del miedo, de la ansiedad, junto con una disminución del flujo salivar y de los reflejos nausígenos, han sido hechos constatados.
Tan sólo dos sujetos, refieren cefaleas posteriores a la aplicación de la técnica, imputables a un período de recuperación corto.
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