Tomás González Rolán, Pilar Saquero Suárez-Somonte
El reino de Castilla comienza a hacerse visible en el concierto de las naciones europeas durante el concilio de Constanza (1414-1418). Sin embargo, donde logró ocupar un lugar relevante fue en el de Basilea (1431-1439), en el que se pudo constatar el alto grado de preparación, tanto teológica como cultural, de sus embajadores, quienes se esforzaron en demostrar que su patria y su rey debían ocupar un lugar más preeminente que el reino de Inglaterra. En este trabajo, se estudia particularmente el conflicto surgido entre las dos legaciones y la implicación de tres miembros de la legación castellana de mayor jerarquía: Alvaro de Isorna, obispo de Cuenca, Alfonso de Cartagena, obispo de Burgos, y Juan de Silva, alférez mayor de Castilla. Estos expulsaron de sus asientos por la fuerza a dos representantes de Inglaterra: el obispo de Dax, Bernard de les Planche, y el arcediano de Oxford, Robert Burton.
The Kingdom of Castile starts to become visible among European Nations during the Council of Constance (1414-1418). Nevertheless, it was not until the Council of Basel (1431-1439) when the impressive level of qualification –both in theological and cultural terms- Castilian envoys exhibited could be ascertained, due to the substantial effort Castilian deputies made at proving that their King deserved a more distinguished place than the King of England. This essay analyzes this particular conflict between the Castilian and English legations (i.e. the Castilian and the English); and looks at the way in which three of its members responded to it: Alvaro de Isorna, Bishop of Cuenca, Alfonso de Cartagena, Bishop of Burgos, and Juan de Silva, who held the title of ‘Alférez Mayor’ or Chief Justice of the Castilian Kingdom. The three delegates even forced two of the English deputies to leave their seats: the Bishop of Dax, Bernard de les Planche, and the Archideacon of Oxford, Robert Burton
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