La alternatividad al desarrollo como estrategia para visibilizar el DHIS en el programa de arquitectura

• Autores: Equipo del Área de Arte y Arquitectura
• Localización: Revista de la Universidad de La Salle, ISSN 0120-6877, Nº. 46, 2008, págs. 58-69
• Idioma: español
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• Resumen

  • El Desarrollo Humano Integral y Sustentable se constituye para nuestra Facultad de Arquitectura en un compromiso asumido inter y transdisciplinariamente, desde las diferentes funciones Institucionales, explicitas en la práctica académica investigativa, en el comportamiento ético, en el enfoque sistémico y político sobre la situación socio cultural del país y en las necesidades de un hábitat emergente, producto de las transformaciones y los fenómenos políticos, económicos y culturales que demanda la toma de conciencia del ser humano frente a estos contextos y frente a los impactos que en hábitat se generan. Donde cada actor, cada espacio y momento, está relacionado con la conservación de la vida en el planeta tierra, la dignidad del ser humano, la erradicación de la pobreza, el reconocimiento de los objetos como parte de los valores socioculturales para la existencia humana, y con los cambios organizacionales que proyecten nuevas formas de vida incluyentes, que permitan la cohesión territorial. La lucha por cambiar costumbres y acciones del supuesto desarrollo y crecimiento económico tradicional nos lleva a implementar procesos y metodologías de trabajo apropiados a los asentamientos humanos y acorde con la doctrina Lasallista. Las anteriores acciones nos invitan a reafirmar que el DHIS atraviesa como eje articulador las funciones del programa de Arquitectura, desde un enfoque de complejidad que parte de la valoración de los recursos naturales y socio culturales. Esto teniendo como proceso y reto opera tivo la alternatividad al desarrollo, a través de lo cual, la producción, la justificación y el uso del conocimiento por parte de las poblaciones emergentes excluidas, de los diversos grupos humanos que conforman el mapa regional del país y que en particular conforman nuestras grandes ciudades como resultado del desplazamiento forzado, resignifican la memoria individual y colectiva, las condiciones de vida, las manifestaciones morfológicas y socio culturales del lugar, y las capacidades autopoiéticas y de gestión para resolver sus propias necesidades.