Carmen Gloria Rubio Rodríguez, Ruymán Rodríguez Gil, D. Pérez Muñoz, Nicolás Kalitovics Nóbregas, Fátima Álvarez Reyes
Objetivo: Analizar las características clínicas de los paciente evaluados por toxoplasmosis ocular adquirida la unidad de uveítis de nuestro hospital.
Material y Métodos: Estudio descriptivo transversal, de los pacientes diagnosticados de toxoplasmosis ocular adquirida en la unidad de uveítis de nuestro hospital entre los años 2009 y 2016. La recogida de datos se realizó mediante el análisis de la historia clínica electrónica.
Se recopiló información acerca de las siguientes variables: edad, sexo, raza, ojo afecto, agudeza visual (AV) inicial y final, forma clínica de presentación, tratamiento tópico y sisté- mico, tiempo de recuperación, complicaciones oculares y necesidad de cirugía.
Resultados: Se analizaron un total de 14 ojos de 14 pacientes. La edad media de los pacientes fue de 26 años resultando más frecuente en mujeres (64,28%). El 42,85% de los paciente eran inmigrantes procedentes de Sudamérica. Las formas de presentación encontradas fueron primo-infección y reactivación de un foco antiguo (50% ambos), resultando la manifestación clínica ocular más frecuentes la uveítis posterior y la panuveítis (50% cada una). En el 100% de los casos la afectación fue unilateral. El tratamiento sistémico más utilizado fue Trimetroprim-sulfametoxazol (92,85%) acompañado de corticoides (100%). La asociación de Azitromicina se relacionó con la presencia de vitreítis y vasculitis. En el 21,43% se consideró necesario el tratamiento intravítreo con Clindamicina. Ningún paciente precisó de tratamiento quirúrgico por complicaciones asociadas.
Conclusión: Aunque nuestro grupo de paciente sigue un patrón similar a lo descrito en la literatura, encontramos sin embargo un alto porcentaje de primo-infección como manifestación de la toxoplasmosis ocular. A pesar de no existir consenso sobre cuál sería el tratamiento inicial más indicado, en nuestra muestra el Trimetroprim-sulfametoxazol fue el fármaco más empleado, así como su asociación con Azitromicina y corticoides en los casos de vitreítis y vasculitis asociada.
Objective: To analyse the clinical pattern of ocular toxoplasmosis in our hospital.
Material and Methods: Cross-sectional study in patients having undergone ocular toxoplamosis from a referral centre for uveitis in Tenerife between January 2009 and January 2016.
Results: A total of 14 eyes of 14 patients were analyzed. The mean age of patients was 26 years. The gender distribution was 64.28% female, 35.71% male. 42.85% of patients were immigrants from South America. Presentation occurred as a primo-infection in 50% of cases and in the other 50% as a reactivation of a previous focus. The most common clinical manifestation was ocular posterior uveitis, and pan-uveitis in a proportion of 50% each.
Unilateral involvement appeared in 100% of cases. Systemic treatment was performed with trimethoprim-sulfamethoxazole in 92.85% of cases and 100% corticosteroids. Azithromycin association was related to the presence of vitreitis and vasculitis. 21.43% in the intravitreal treatment with Clindamycin and an average of 2.3 injections was considered necessary. No patient required surgical treatment for associated complications.
Discussion: Although our patient group follows a very similar pattern to the one described in the literature, we find a high percentage of primary infection as a manifestation of ocular toxoplasmosis. Although there is no consensus about what would be the most appropriate initial treatment, in our sample trimethoprim-sulfamethoxazole was the drug most commonly used, as
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