Se trata de una lectura transmedia de las protestas venezolanas que irrumpieron a partir del 12 de febrero de 2014. La autora tuvo en sus manos un buen número de imágenes producidas por fotógrafos experimentados, inclusive de fotógrafos aficionados. Desde allí se hizo una lectura de la narración e identidad que se dejaban ver en esas fotografías, y a partir de allí se pudo observar lo vivido y lo cotidiano en el instante mismo en que se fotografiada la realidad de lo que estaba ocurriendo. La mirada de los fotógrafos se orientó a encontrar y exaltar símbolos kitsch y las posibles historias derivadas de los mismos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados