Doña Emilia Pardo Bazán decía que lo mejor de Miguel de Unamuno eran sus epistolarios – su «epistolomanía», como él mismo la definía – en los que no sólo encontramos las claves para el estudio de su vida y de su obra, sino, sobre todo, a ese hombre que, de manera espontánea, con la emoción de lo inmediato, nos cuenta su pensamiento, y su época. Y ese es, del mismo modo, el Unamuno que escribe a su amigo francés Jacques Chevalier el 22 de diciembre de 1914, es decir, un Unamuno que, cinco meses después del estallido de la guerra, entrega a su pluma sus sentimientos, sus preocupaciones sobre la dramática situación que estaba viviendo Europa en aquel momento.
Doña Emilia Pardo Bazán said that Miguel de Unamuno’s best aspects were his epistolary works and his “episto-mania”, as he defined it, in which there is not only the keys to the study of his life and works, but also a man who in a spontaneous way, and with an immediate emotion, tells us about his thoughts and his time. In this vein, Unamuno writes to his French friend Jacques Chevalier on the 22 December 1914. These are the words of a man who, five months after the outbreak of war, entrusts his pen with his feelings, his worries for the dramatic situation that Europe was living in that moment.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados