Durante los últimos años, la política mundial ha sido testigo de un desplazamiento dual del eje geoeconómico desde Occidente hacia Oriente, y desde el Norte desarrollado hacia el Sur Global; además de sufrir un proceso de cambio sistémico desde la unipolaridad norteamericana hacia un mundo más policéntrico y regionalizado. Una serie de poderes emergentes desarrolló esfuerzos internos y externos para incrementar sus capacidades materiales e inmateriales, lo que permitió tener una mayor voz en el plano internacional y ampliar el margen de negociación frente a los poderes establecidos. Rusia y Turquía han reflejado las ambiciones de los poderes emergentes, en especial la búsqueda de un mayor status en los asuntos internacionales, y la progresiva ampliación de sus ámbitos de influencia en espacios hegemonizados por terceras potencias. En este contexto, América Latina ha sido –al mismo tiempo– un actor regional progresivamente autónomo de Esta-dos Unidos, y un receptor de los esfuerzos de los nuevos poderes ascendentes, tanto aquellos con una fuerte tradición regional como los recién llegados. En este caso, Rusia y Turquía se han destacado por haber llevado adelante, durante la última década y media, una política exterior activa, pragmática y asertiva, logrando escalar posiciones a escala regional, además de desafiar a las potencias occidentales. Este artículo aborda la cuestión del creciente activismo de las potencias emergentes en América Latina, presentando un análisis de los mecanismos causales que han llevado a Rusia y Turquía a incrementar su presencia en la región durante el período 2006-2014.
During the last years, world politics has witnessed a dual displacement of the geo-economic axis from the West to the East and, from the Developed North to the Global South; and a systemic change from aunipolarity towards a more polycentric and regionalized world. A set of rising powers developed domestic and external efforts to increase their material and non-material capabilities, which were translating to the regional and international arena with a greater voice and increasing their bargaining position with the established powers. Russia and Turkey has reflected the ambitions and activism of the emerging powers, especially in relation to the search for a novel status, and the progressive enlargement of their influence in regional orders hegemonized by western great powers. Latin America has been –simultaneously– a regional actor increasingly autonomous from United States, and a recipient of the efforts of the new, and not so new, rising powers, indicated by the case of Russia and Turkey respectively. They carried out an active, pragmatic and assertive foreign policy in Latin America, challenging the regional status of the Western powers. This article problematize the issue of the growing activism of the non-Western rising powers in Latin America, presenting an analysis of the causal mechanisms that have led Russia and Turkey to increase its presence in the region during the period 2006-2014.
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