Se presenta el caso de un paciente afecto de fractura de ángulo mandibular 12 días después de la extirpación de un gran quiste dentígero con inclusión profunda de 48.
Considerando el mínimo desplazamiento de los fragmentos, al ser trazo de fractura favorable y en base a consideraciones clínicas y socio-culturales del paciente, la actitud terapéutica fue no intervencionista. La consolidación de la fractura se produjo en un plazo razonable de tiempo sin seudoartroisis ni mal oclusión o deformidad anatómica.
Se comentan las actitudes terapéuticas, evaluando en estos casos el riesgo de un procedimiento quirúrgico basados en nuestra experiencia en Traumatología Facial de más de 15 años.
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