Desde finales del siglo XX se ha concebido al actuarialismo penal —integrado por la policía, la justicia y la cárcel—, como el nuevo paradigma desarrollado en la administración del riesgo con respecto al delito, el cual se puede generar desde diferentes grupos poblacionales vulnerables, los cuales de manera equívoca se han estigmatizado como la fuente del mismo, desarrollando prácticas represivas actuariales, en donde la estadística y la probabilística se convierten en los elementos característicos para su control, dejando de lado esta misma técnica pero orientado al campo social para atender a los grupos de población más vulnerables, sugiriendo transdisciplinariedad entre lo social, la seguridad y la cárcel. Es la transdisciplinariedad concebida entre las disciplinas de lo social, de la seguridad y lo penitenciario, el ideario práctico y real para conseguir la evitación y prevención del delito.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados