Corrado Giaquinto’s critical fortune in Rome and the reasons for his departure for Madrid

• Stefano Pierguidi ^[1]
  1. [1] Università de Roma La Sapienza

     Università de Roma La Sapienza

     Roma Capitale, Italia

     
• Localización: Archivo español de arte, ISSN-e 1988-8511, ISSN 0004-0428, Tomo 89, Nº 355, 2016, págs. 255-268
• Idioma: inglés
• Títulos paralelos:
  • La fortuna crítica de Corrado Giaquinto en Roma y los motivos de su partida por Madrid
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• Resumen
  • español

    Alrededor de 1751 Cochin indicaba a los que eran considerados los mejores pintores de Roma en la época: Masucci, Mancini, Battoni y “le chevalier Corado”. El pasaje de Cochin representaría una de las demostraciones más significativas de la notoriedad del artista, pero la crítica moderna propende a no distinguir la diferente esencia del éxito de Giaquinto con respecto a lo de los varios Masucci, Mancini y Batoni, citados en la carta de Cochin: mientras que estos últimos habían triunfado definitivamente como pintores de historia al óleo, y podían trabajar para clientela internacional sin dejar Roma, Giaquinto nunca logró imponerse en aquella función. En la carta, de hecho, Cochin confundía y sobreponía Corrado a lo más célebre Sebastiano Conca. La llamada a Madrid fue un gran éxito por Giaquinto, pero la salida fue una elección obligada porque en veinticinco años que pasó en Roma, el pintor nunca obtuvo aquel reconocimiento a lo que ambicionaba.

  • English

    Around 1751, Cochin pointed out that the best painters then in Rome were Masucci, Mancini, Battoni and “le chevalier Corado”. Cochin’s statement would seem to be one of the most meaningful indications of the artist’s fame. Modern criticism, however, tends not to distinguish between the nature of Giaquinto’s and Masucci, Mancini and Batoni’s success: while the latter three artists had definitively established themselves as history painters in oil and could work for international patrons without leaving Rome, Giaquinto never succeeded in asserting himself in that capacity and in this medium. Indeed, in his letter Cochin mistook Corrado for the more famous and well-known knight Sebastiano Conca. Being summoned to Madrid was certainly a great achievement for Giaquinto, but leaving Rome was somehow a forced choice because in the 25 years he had spent there since 1727, the painter had never achieved the success to which he aspired.