No vengo con tres heridas como Miguel Hernández, sino con algunas más. Voy a hablar de las heridas que hemos sufrido como nación, aquellas que nos han marcado y que han dejado una cicatriz profunda, sinuosa y fea que se puede leer en nuestra literatura. No es casual que Miguel Gomes haya catalogado como “fábulas del deterioro” a varias novelas de este período. El final de nuestro siglo XX y este siglo XXI han sido muy duros, han sucedido eventos que nos han cambiado, nuestra vida ha sufrido alteraciones que no nos imaginábamos en lo político, económico y social. Nuestra literatura refleja esto y muestra un paisaje desolador del país y de nuestros coterráneos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados