Con el fin de que el sistema nervioso central (SNC) pueda procesar la gran cantidad de información que recibe se lleva a cabo la selección de la información. Los procesos cerebrales que hacen posible este proceso se conocen como atención selectiva. En esta segunda pare, describiremos los principales hallazgos acerca de la electrofisiología de la atención, obtenidos mediante el registro de los potenciales eléctricos cerebrales producidos por estimulación sensorial, y también estudios de la emisión otoacústica, así como del registro de la actividad unitaria. Los potenciales relacionados con eventos (PRE), o potenciales provocados, tienen una alta resolución temporal que, por ser un método no invasivo, permite hacer estudios en sujetos humanos normales. Se han identificado varios componentes de los PRE que se encuentran asociados con las operaciones cognoscitivas relacionadas con la atención selectiva. En el caso de la atención selectiva auditiva se ha descrito la presencia de un potencial negativo que se inicia alrededor de los 60 mseg y alcanza su nivel más alto aproximadamente a los 100 mseg (N100) después del estímulo, el cual se genera en las áreas auditivas primarias de la corteza cerebral. Esta respuesta se conoce como negatividad de procesamiento o negatividad de diferencia. Otros componentes de los PRE que han mostrado cambios relacionados con la atención, son la onda P300 y la variación contigente negativa (CNV). La amplitud de la onda P300 se correlaciona de manera negativa con la probabilidad de ocurrencia del estímulo. La CNV ha sido considerada como un indicador de la expectancia. Con el fin de saber si la selección de información se lleva a cabo en los primeros relevos de la vía sensorial, como fue postulado por Raul Hernández-Peón con la hipótesis conocida como "control central de la transmisión aferente", se ha estudiado la respuesta otoacústica, la cual se obtiene registrando el sonido emitido por las células pilosas externas de la cóclea ante un estímulo auditivo. Se ha encontrado que esta respuesta es de mayor amplitud cuando el sujeto atiende al estímulo, sugiriendo que la selección de la información puede ocurrir a nivel de los receptores sensoriales. Otros reportes señalan a los núcleos reticulares talámicos como los responsables del filtraje selectivo de la información sensorial irrelevante. Estos núcelos están formados por una banda de neuronas que rodean al tálamo y reciben colaterales de las aferencias talámicas a la corteza cerebral. Por otra parte, cuando se emplea la técnica del registro de la actividad unitaria, se trabaja principalmente con la detección de estímulos visuales. Se ha encontrado que, en las regiones frontales y parietales de la corteza cerebral, así como en el estríado y el colículo superior, entre otras zonas, existen neuronas cuya frecuencia de descarga se relaciona directamente con la detención de estímulos relevantes. Por último, en esta parte analizamos las alteraciones de la atención que se presentan comúnmente en la clínica: el síndrome de hemi-inatención, las alteraciones de la atención en niños, y las ausencias de origen epiléptico (un tipo de epilepsia generalizada no convulsiva o pequeño mal). Describimos los síntomas que se presentan después de las alteraciones en las diversas regiones cerebrales y los mecanismos fisiopatológicos que se han sugerido. Concluimos haciendo hincapié en la necesidad de estudiar los mecanismos cerebrales de la atención selectiva, así como de otros procesos cognoscitivos, mediante distintas aproximaciones experimentales: conductuales, electrofisiológicas, psicofarmacológicas y de imagenología
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