Al final, Beirut resiste siempre. La especulación inmobiliaria no se detiene y aparecen nuevos rascacielos. Junto a la cultura creativa, el blanqueo de dinero es muy habitual, y si este país multiconfesional, de varias culturas, permanece en pie es porque su columna vertebral está formada por el poderoso y plural sector bancario. Además, se pagan muy pocos impuestos
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