Introducción. La percepción de caras involucra una amplia red de conexiones entre regiones corticales y subcorticales que intercambian y sincronizan información a través de haces de sustancia blanca. Este preciso sistema de comunicación puede verse afectado tanto a través de las propias estructuras como por las vías que las conectan.
Objetivos. Delimitar el sustrato neuronal que subyace a la percepción de la expresión facial y analizar los diferentes factores que participan modulando la integridad de esta red neuronal, con el fin de proponer mejoras en los programas de rehabilitación.
Desarrollo. Cuando la compleja red de conexiones que participa en la percepción de la expresión facial se altera por traumatismos, patologías neurodegenerativas, trastornos del desarrollo, incluso por aislamiento social o contextos negativos, se deteriora también la capacidad para interactuar de manera adaptativa con el entorno.
Conclusiones. La posibilidad de restaurar la integridad de la red neuronal encargada del procesamiento de la expresión facial pasa por tener en cuenta diferentes variables que en mayor o menor grado se han mostrado capaces de modificar la estructura o funcionalidad de las redes neuronales, como el entrenamiento aeróbico, la estimulación magnética transcraneal, la estimulación eléctrica transcraneal y el aprendizaje, sin bien estas variables estarían condicionadas por la edad, el tipo y evolución del trastorno o el contexto generador, lo que plantearía la necesidad de protocolos de rehabilitación ajustados y orientados a delimitar el sustrato neuronal del déficit.
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