En 1547 fue coronado como zar Iván IV, a quien la historia y sus actos lo convertirían en "el Terrible". Su reinado fue la culminación de un tiempo de intrigas palaciegas que lo dejaron huérfano de madre siendo un niño de ocho años. Poco antes había muerto su padre, el príncipe Vasili III de causas naturales. Su madre corrió peor suerte. Con tan sólo treinta años fue envenenada. La gran princesa Elena Vasílevna Glínskaya fue una noble rusa que tomó las riendas del poder y se enfrentó a todos sus enemigos, pagando muy cara su osadía. Pero durante el reinado de su marido y la regencia que ejerció durante la minoría de edad de Iván, Elena demostró ser una mujer inteligente que inició importantes reformas urbanísticas, sociales y económicas.
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