El autor reflexiona sobre el concepto teológico de sacrificio, referido tanto al acontecimiento de la muerte/resurrección de Jesús como al sacramento de la eucaristía. Sugiere que deberíamos interpretar el acontecimiento pascual y la eucaristía como un don que Dios Padre hace a la familia humana representada por Jesús, con la finalidad de que podamos participar en la misma acción redentora de Dios que santifica nuestra historia.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados