Los daños de las maderas al exterior tienen su origen, principalmente, en las radiaciones solares y en los cambios de humedad y temperatura que provocan cambios volumétricos y deformaciones. En las alteraciones volumétricas van a incidir la especie de madera, la forma de la pieza, el tipo de corte, curvatura y la disposición de los anillos de crecimiento. Como solución al problema y como alternativa, ante la ineficacia de los tratamientos químicos que en mayor o menor medida son contaminantes y dañinos para el medio y la vida, puede conseguirse una adecuada durabilidad por medio del diseño, mediante el cual, aunque se altere la geometría de las formas, esta realidad puede pasar totalmente desapercibida.
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