Ebrio, dejándose llevar por el flujo mercantil, deambulando, el individuo-latido no busca perderse en la ciudad, descubrirla en lo imprevisto, impregnarse de ella, hacerla suya en lo emocional, lo vivencial, lo estético, sino que en su desplazamiento en la ciudad persigue objetivos prefijados que han devenido, también, en mercancía.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados