La Primera Transición contrajo cambios normativos de las reglas técnicas formales de los sistemas de relaciones laborales, afectando a la concepción y la evolución del conflicto en las clases asalariadas; pasando del conflicto político al conflicto económico técnico; asumiendo, en última instancia, la contradicción del mercado y sus leyes, como regulador de la eficacia (única garantía de condiciones de vida y trabajo), algo que sucede en la Segunda Transición. A la vez se intuye que la “ política” (la cual es “ jurídicamente” responsable de las leyes), se sitúa dentro de las propias leyes del mercado y, en consecuencia, viene obligada a cumplir con el orden social correspondiente al modelo. Las salidas a las distintas crisis del modelo, Tercera Transición, solamente se pueden mover en “ mejores o peores soluciones técnicas” , concepción absolutamente mayoritaria en las clases asalariadas y sus “ naturales representantes” , sin casi posibilidad alguna de entender el conflicto fuera de estas leyes, es decir, fuera del capitalismo.
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