En la actualidad, los fabricantes tienen la posibilidad de dotar a sus productos de nuevas y poderosas capacidades gracias a la hiperconectividad que permite el llamado “Internet de las Cosas”, o IoT, por sus siglas en inglés. Si una organización desea satisfacer los nuevos retos impuestos por esas transformaciones, debe asumir el desafío. Uno de ellos, sin duda, es el referente al diseño. Los diseñadores han de seguir creando objetos útiles, pero sabiendo adaptarles la complejidad añadida de esta nueva tecnología, con la nalidad de aportarles un nuevo valor. En la medida en que las compañías se centran en prepararse a sí mismas para desarrollar objetos facilitados por el IoT, ¿qué deben tener en cuenta también a la hora de diseñar exitosamente productos “conectados”?
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